jueves, 13 de noviembre de 2014

RELACIÓN ENTRE LA COFRADÍA DE LA SANTA VERA CRUZ DE ANDÚJAR Y EL CONVENTO DE JESÚS Y MARÍA, DE MÍNIMAS DE SAN FRANCISCO DE PAULA (1)


Maudilio Moreno Almenara
 
            Es posible que muchos andujareños desconozcan que el primer convento de monjas mínimas de España está en nuestra ciudad. Se trata de la casa madre de la Orden de San Francisco de Paula y se encuentra en el corazón del barrio de San Bartolomé, en la calle Jesús y María,[1] cuyo nombre deriva del que recibe el citado cenobio. En esta vieja fotografía que mostramos de la calle Calancha aún se apreciaba al fondo de la misma la espadaña (hoy desaparecida) que se encontraba en un extremo del claustro principal, junto al Cuadro de la Virgen.   

 
           El convento fue objeto de una desafortunada actuación, tras la Guerra Civil, en la que entre otras operaciones, el claustro barroco fue inusitadamente ocultado como se aprecia en estas fotografías. Pocos años después se demolió la espadaña.    

 
 
 
            De otras piezas de notable interés se desconoce su paradero, como es el caso de esta más que probable sepultura mudéjar (tal y como se aprecia en otra fotografía de un panel similar), ornada con azulejos de arista con motivos de jarrones en la orla.     



             Aún peor fue la pérdida del retablo mayor, probablemente trasladado por Regiones Devastadas[2] a otra localidad por ahora desconocida, y del que tan sólo queda el remate, claramente cortado, aún adherido al magnífico artesonado que cubre la capilla mayor.

 
            No obstante, guarda aún este cenobio un grandísimo patrimonio artístico, entre el que sobresale, aparte de otras piezas expuestas en su capilla, obras impresionantes en la clausura, como este soberbio Crucificado de pequeño tamaño, más que probable obra de Pablo de Rojas, el maestro de Juan Martínez Montañés. También cuenta con varias importantísimas reliquias de San Francisco de Paula.   


 
           Su fundación, acaecida el 11 de junio de 1495, fue promovida por D. Pedro de Lucena Olid, que conocía personalmente a San Francisco de Paula y que para tal fin donó ciertas casas de su morada (DOMÍNGUEZ, 1985, 98). Ingresaron en el convento tanto su hija María de Lucena Olid, como su nieta, Francisca de Lucena Olid, que aparece en este grabado francés como primera religiosa de la orden en España.
 
            A pesar de encontrarse en un emplazamiento muy cofrade, puesto que enfrente de él se ubica el “templo de la cera”: Cera Bellido, que surte a media España de velas y cirios para nuestra Semana Santa, y haber sido sede de una antigua cofradía: la de la Humildad de Cristo, de la que más adelante hablaremos, hoy en día permanece como un reducto de espiritualidad íntimo, en el que las hermanas adoran constantemente al Santísimo y rezan por nuestras almas a la Santísima Virgen María como mediadora universal. En su interior se custodia la antigua imagen de la Pura y Limpia que en el siglo XVII ornó la primera fuente de Andújar, situada en el antiguo claustro del convento de San Francisco de Asís y posteriormente en la casa Salazar (PALOMINO, 2003, 301).     

 
            Esta imagen indudablemente está en la órbita del escultor Alonso de Mena, siendo una de las mejores esculturas en piedra conservada en Andújar. 
            Los primeros datos sobre la vinculación de la cofradía con el convento datan de finales del siglo XVI y tienen que ver con la pertenencia a la cofradía de la Santa Vera Cruz del nieto del fundador de la Capilla Mayor del Convento de Jesús y María D. Luis de Valenzuela, quien “...labró la dicha capilla mayor, sacándola de cimentos y desde sus primeros fundamentos hasta la poner al punto y estado a questá y hizo en ella a su costa retablo, rrexa, tribuna y ornamentos...” (PALOMINO, 2003, 194). Este primer retablo mayor fue sustituido ya en el siglo XVIII, interviniendo, posiblemente, en el que aparece en la siguiente fotografía la familia Primo (Mateo y su hijo Antonio) o Juan de Dios de Santaella y Francisco Javier Pedrajas, que aunque prieguenses de nacimiento, sabemos que trabajaron respectivamente en la vecina Martos (RUIZ, 2008) y en Andújar.  
 
            El patronazgo de la capilla mayor, tras la muerte de D. Luis y de su esposa Dª Ana de Olid[3], pasó a D. Rodrigo de Valenzuela Olid, regidor del Ayuntamiento,[4] uno de cuyos hijos, llamado Alonso,[5] aparece en las listas de hermanos de la Vera Cruz. 
 
 
            Pero la relación directa entre el convento de mínimas con la cofradía de la Santa Vera Cruz de Andújar se formalizó a partir del año 1699, en el que se reconoce el hermanamiento[6] con la cofradía de la Humildad de Cristo[7] que tenía sede en el convento de Jesús y María. En esta ocasión se acordó acompañarse en parte del recorrido de sus estaciones de penitencia, que luego también derivaría en la asistencia mutua de los oficiales de una cofradía y otra a los cabildos y a los actos que se celebraron durante casi todo el siglo XVIII:
            “El dho Gobernador propuso a dha cofradia como bien sabe a estado hermanada con la Cofradia de la Umilldad de Xpto Y Respecto de que las cofradias de Jesus Nazareno de la Santisima trinidad Y la de Nuestra Señora de la Soledad de la Victoria estan hermanadas para Rezibirse una a otra con las banderas el Santo Xpto Y palio Y la Campanilla con diez Y ocho achas parezeria mui bien el que la dha Cofradia ejecutare lo mismo saliendo a rezibir esta Cofradia a la esquina de las casas de Don Luis Arzediano asta ponerla en la Plaza mestanza asistiendose los dos Gobernadores de ella...”.[8]
            Está atestiguada en el año 1702 del Gobernador de la Cofradía de la Humildad, Manuel de Almansa, que curiosamente coincide en nombre y apellido con nuestro actual Hermano Mayor, lo que podría remitir a un antecesor remoto de esta familia andujareña, que tiene sobradamente demostrado su ancestral arraigo cofradiero.
           


            Esta cofradía, hoy desaparecida, se fundó en 1618 (DOMÍNGUEZ, 1994, 47), conservándose una vieja fotografía de su altar con algunos de sus titulares, ya que aparte de los tres que aparecen en la instantánea, tuvo un grupo escultórico de la Oración en el Huerto (PALOMINO, 2003, 199).
 
            El nombre de la corporación fue Cofradía de la Humildad de Nuestro Señor y Esclavos de Nuestra Señora y procesionaba el Miércoles Santo. Realizaban en el interior de la iglesia del convento la función del Lavatorio, recordando el pasaje en el que Jesús lavó los pies de sus discípulos, demostrando así su humildad. La imagen principal de la corporación fue la de Jesús de la Columna y era de buena factura aunque se desconoce su autor.[9] Asimismo, contó con las imágenes de Nuestra Señora de la Soledad,[10] arrodillada y de candelero y San Juan Evangelista, también de candelero. Es probable incluso que acompañase en la procesión el titular del convento: San Francisco de Paula, cuya imagen se encontraba en el centro de un altar lateral de la iglesia, custodiada por las de los beatos de su Orden: Gaspar de Bono y Nicolás de Langobarde (DOMÍNGUEZ CUBERO, J. 1985: Monumentalidad religiosa de Andújar en la Modernidad, Jaén). Sobre la mesa del altar se disponían dos soberbios bustos de Cristo y la Santísima Virgen.
 
            Se desconoce cuándo desapareció esta cofradía pues su archivo no se conserva. Es probable que fuese ya en el siglo XIX o a comienzos del XX, aun cuando sus imágenes, lógicamente, permaneciesen en sus altares. En cuanto al destino de las imágenes es hoy por hoy un auténtico misterio. Los conventos andujareños permanecieron cerrados durante las revueltas ocurridas durante la Guerra Civil y es poco probable que fuesen saqueados. No ocurrió lo mismo con otros templos, que actuaban como refugio durante los bombardeos. Existen muchas noticias orales sobre saqueo y profanación de imágenes, como es el caso de la delicadísima Divina Pastora o los titulares de la Vera Cruz entre otras.
 
            En otros casos y dado el carácter más público de las parroquias, las imágenes titulares también serían destruidas, sin embargo, la mayoría de los retablos antiguos y muchas imágenes, cuadros, etc. de los conventos sabemos que sobrevivieron a la Guerra Civil, es el caso del convento de Trinitarias, San Juan de Dios, parcialmente Capuchinos y Capuchinas, sin que sepamos cuál fue el destino de los bienes muebles del convento de las Mínimas.   
            Un segundo aspecto que demuestra la relación entre la cofradía de la Santa Vera Cruz y el convento de Mínimas se produjo en el siglo XIX, pero para ello hemos de explicar una tradición que tenía la cofradía veracrucera cada Domingo de Ramos por la noche, y que queda reflejada en diferentes acuerdos, como éste en el que se fijan determinadas prohibiciones relativas a la costumbre de los hermanos mayores de convidar a los participantes en un acto singular, nos referimos a éste del Domingo de Ramos:[11]
             “...Se prohive el combite que hasta oy se ha echo a los Hermanos. tanto para llevar al Señor el Domingo de Ramos en la noche para las Monjas de Santa Clara al Combento de Señor San Francisco como para asistir a la prozesion del Jueves Santo en la tarde por ser la obligacion de todos los Hermanos y a todos les constasen...
            Igualmente se prohive a todo hermano mayor que lo sea de por oy en adelante pueda proponer que el Señor se separe de la estación Directa Para el citado Combento de Sta Clara, al Combento de San Fco. señalandose esta por la calle de Don Fernando de Quero, Arco grande Plaza de Mestanza y Calle San Fco en los dias o ocasiones que se ofrezca llevar a su Magestad en procesion...”[12]
 
            Queda clara la costumbre de trasladar cada Domingo de Ramos al Señor de la Columna, desde su sede en San Francisco hasta el convento de Santa Clara y volver a su capilla. Pero, ¿cuál era la causa de este traslado anual en momentos previos al Jueves Santo? El motivo no era otro que el que las monjas se encargaran de cambiar el faldellín a la imagen y prepararla para la salida, tal y como demuestra otra anotación:
Son data doze rs y 17 mrs. pagados pr una libra de Zera al Rosario del Socorro pr la asista a llevar al Señor a desnudar a Sta Clara...[13]
En este caso la anotación habla también de la asistencia al acto en este año de 1823 de la Hermandad del Socorro, con título del Rosario. Se refiere a la que con este nombre tuvo su sede primigenia en el convento de Jesuitas y que por esos años, ya suprimido el convento, se había trasladado a la parroquia de San Miguel (MORENO, 2010, 10).
Por tanto, este acto consistía en un rosario público el Domingo de Ramos por la tarde (de ahí el gasto de cera)[14] y algunos años iba acompañado de música:
“...Ytt. ocho rs vn pagados a el Bajonista[15] por haber asistido a la llebada del Sor a Sta Clara para su adorno...”[16] Hemos incluido un detalle de un cuadro con un fraile bajonista.

 
            Con motivo de la supresión del Convento de Santa Clara en 1835, los oficiales de la escuadra de Jesús de la Columna decidieron que fuesen las madres mínimas quienes se encargasen de vestir al Señor. Así queda atestiguado en diferentes partidas anotadas durante la segunda mitad del siglo XIX. Son pagos puesto que se hacía una gratificación a la comunidad: “...Yt. lo son diez rs. pagados de gratificación a las Madres Monjas de Jesús María por vestir al Señor...”[17], la del año siguiente nos indica que no era algo excepcional, sino costumbre: “...Lo son diez r. vllón. pagados a las Madres Monjas de Jesus Mª por vestir al Sor como lo tienen de costumbre...”[18]. Fueron las propias mínimas quienes años antes, en concreto en 1858, habían confeccionado el sudario, abonando por ello la cofradía 40 reales: “...A las M.M. monjas para la compostura de un sudario blanco, y unos cordeles para el Sr...”[19]            

 
            Vemos pues, que la relación de las madres mínimas con la cofradía de la Santa Vera Cruz fue constante durante los siglos XVIII y XIX , y puntual durante los siglos XVI y XVII, a veces incluso la cofradía asistió a algunos entierros de monjas fallecidas tanto en el convento de Santa Clara como en el de Mínimas. Una vinculación, hoy lamentablemente perdida y que esta corporación desearía recuperar, en especial en lo que se refiere al Vía Crucis que cada año se celebra con la imagen del Santísimo Cristo de la Columna.  

 BIBLIOGRAFÍA.

DOMÍNGUEZ CUBERO, J. (1985): Monumentalidad religiosa de Andújar en la Modernidad, Jaén. 

DOMÍNGUEZ CUBERO, J. (2004): “Disputa entre las andujareñas cofradías de la Vera-Cruz y Humildad en 1629”, Rev. Alto Guadalquivir. Especial Semana Santa Giennense, pág. 47.

MORENO ALMENARA, M. (2010): “La Virgen del Socorro de la Parroquia de San Miguel de Andújar. Pinceladas históricas e iconográfica”, Gran Poder 2010, Anuario X, pags. 10-12. 

PALOMINO LEÓN, J. A. (2003): Ermitas, Capillas y Oratorios de Andújar y su término, Jaén.

RUIZ CALVENTE, M. (2008): “Juan de Dios Santaella y Roldán y los contratos de obligación de cuatro retablos para la iglesia del convento de Santa Clara de Martos (Jaén)”, Elucidario nº 5, pp. 159-165


[1] En origen recibió el título de Convento de Santa Elena, en honor a una de las hijas del fundador, quizás la mayor, y a ser Santa Elena la responsable de la recuperación de la Santa Vera Cruz o Cruz de Cristo.
[2] Resulta extraña la actuación de Regiones Devastadas en el convento. Si bien se encontraba en un estado propio de un edificio histórico, no estaba ruinoso, ni tampoco afectado por las bombas que cayeron en otros edificios emblemáticos de Andújar durante la Guerra Civil. A cambio de esta extraña actuación, que poco tuvo que ver con una restauración, desaparecieron de su interior buena parte de sus bienes muebles.
[3] Dª Ana de Olid era familiar del fundador del convento D. Pedro de Lucena Olid y de Dª Francisca de Lucena Olid, primera religiosa mínima. El hermano de la Vera Cruz, D. Alonso de Valenzuela sería enterrado en la capilla mayor, cuyo título de patrono provenía de su abuelo y de su abuela el parentesco con los fundadores de la orden mínima en Andújar.
[4] D. Rodrigo probó su nobleza para lograr el cargo de familiar del Santo Oficio en 1611. Su padre D. Luis de Valenzuela había probado su nobleza ante la Real Chancillería de Granada en 1583.
[5] Su hermana fue Dª Francisca Valenzuela, que heredó el patronazgo de la capilla por muerte de D. Alonso. D. Rodrigo se casó con Dª Isabel Valenzuela (PALOMINO, 2003, 197).
[6] Con este término se aludía a cuando las cofradías tenían lazos fraternales o participaban de actos comunes. 
[7] El acuerdo fue suscrito entre otros, por los gobernadores de la Cofradía de la Santa Vera Cruz, D. Sebastián de Salas y el de la Cofradía de la Humildad de Cristo, D. Blas González. A partir de este año asistían a los cabildos de la Vera Cruz y viceversa, una representación de las cofradías hermanadas. 
[8] Libro de cabildos de la Cofradía de la Santa Vera Cruz de Andújar. Año 1678 en adelante. Cabildo de 1699. Archivo de la Cofradía de la Santa Vera Cruz de Andújar.
[9] Por aquellas fechas trabajaba en Andújar un imaginero llamado Alonso Garrido, que en 1603 talló la imagen de Jesús Nazareno de Montoro (Córdoba). Este imaginero podría haber tallado el Señor de la Humildad, aunque tampoco hay que descartar un autor foráneo.    
[10] Esta talla podría conservarse actualmente en la clausura.
[11] Resulta curioso que con el tiempo esta costumbre de “procesionar” en la tarde del Domingo de Ramos se haya reflejado en el día de salida actual de la Cofradía de la Santa Vera Cruz.
[12] Extracto de acuerdo de la Escuadra de Jesús de la Columna del día 23 de Marzo de 1818. Libro de Cabildos de la Hermandad de Jesús de la Columna. Año 1818 en adelante. Archivo de la Cofradía de la Santa Vera Cruz de Andújar.
[13] Cabildo de la Escuadra de Jesús de la Columna del día 31 de Marzo de 1823. Libro de Cabildos de la Hermandad de Jesús de la Columna. Año 1818 en adelante. Archivo de la Cofradía de la Santa Vera Cruz de Andújar.
[14] Como demuestra esta anotación del año 1827: “...Son data veinte y dos rs pagados pr dos libras de cera una pa alumbrar al Sr Domingo de Ramos y otra pago del Rosario qe en procesión conduce al Sor de Sn Franco a Sta Clara...”
[15] Los bajonistas tocaban el bajón, un instrumento musical de viento de unos 80 cms. de longitud
[16] Cabildo de la Escuadra de Jesús de la Columna del día 12 de Abril de 1830. Libro de Cabildos de la Hermandad de Jesús de la Columna. Año 1818 en adelante. Archivo de la Cofradía de la Santa Vera Cruz de Andújar.
[17] Cabildo de la Escuadra de Jesús de la Columna del día 2 de Abril de 1866. Libro de Cabildos de la Hermandad de Jesús de la Columna. Año 1818 en adelante. Archivo de la Cofradía de la Santa Vera Cruz de Andújar.
[18] Cabildo de la Escuadra de Jesús de la Columna del día 22 de Abril de 1867. Libro de Cabildos de la Hermandad de Jesús de la Columna. Año 1818 en adelante. Archivo de la Cofradía de la Santa Vera Cruz de Andújar.
[19] Cabildo de la Escuadra de Jesús de la Columna del día 5 de Abril de 1858. Libro de Cabildos de la Hermandad de Jesús de la Columna. Año 1818 en adelante. Archivo de la Cofradía de la Santa Vera Cruz de Andújar.
 

sábado, 8 de noviembre de 2014

EL DOLOR DE UNA MADRE

No se trata de una vestimenta litúrgica, sino de una comunión con la forma de ser de nuestro pueblo. La esperanza en la Resurrección por Cristo alcanzada para el género humano es una verdad cierta de nuestra FE.
 
Pero quiere el cromosoma andaluz recuperar para nuestras benditas Imágenes devocionales las tonalidades con la que el tiempo y la luz de los siglos de nuestros orígenes nos han traído a través de legados, lienzos, grabados y antiguas fotografías.
 
Es el mes de noviembre, con la fiesta en memoria por el eterno descanso de nuestros fieles difuntos en la Gloria de Dios Padre, el tiempo en el que nuestros vestidores recuperan las viejas galas y ternos, que parecen sacados de siglos pretéritos.
 
Así lo han entendido, desde su llegada a nuestras vidas, los vestidores de Nuestra Señora de los Dolores, que ha compartido nuestro pesar y nuestra oración durante el tiempo de noviembre luciendo estos bellos ternos.
 
Aquí os dejamos con un recorrido por esta forma de ser de nuestras Hermandades penitenciales andaluzas.
 
2007
 
 
2007

 
2008

 
2010
 
 
2010

 
2011

 
2012

 
Detalle de una de las orlas de Cultos de la Hermandad en el año 2013,
recuperando la manera de ser de los viejos ternos
 que luciera Nuestra Señora de la Vera-Cruz
en siglos pasados

 
2014

 
2014