DONDE RADICA NUESTRA VICTORIA

Una de las miradas que convierte en imágenes a esta Cofradía es la de nuestro amigo Carlos Ángel Gálvez Moreno. En su trabajo fotográfico nos vamos a basar para una serie de entradas, donde recogeremos el ser de nuestra Cofradía durante la pasada Estación de Penitencia.

Comenzamos, como no puede ser de otra forma, con nuestro cuerpo de Guía, ceñido a la interpretación de la Cruz como señal y símbolo de la Victoria de Cristo.

A Ella, durante las primeras "chicotás", le rinde el homenaje de la música sacra nuestra Capilla de música. A Ella le tributa escolta de luz una pareja de nazarenos y dos monaguillos con faroles de mano. A Ella la anuncia un muñidor que nos habla de Vera-Cruz, de Penitencia, de Silencio, de Oración, de Historia asumida, de Verdad, de Camino, de Vida veracrucera.

A Ella la ciñen cuatro cruces de ocho puntas, señal del Discípulo amado; a Ella la ilustra la cartela en la que el Procurador Pilato confiesa que Jesús Nazareno es Rey; a Ella la alumbra el Corazón de Nuestra Señora, atravesado por la profética espada del anciano Simeón; a Ella la engarza en fuego de plata, en recuerdo del rubí de la sangre del Mesías, la columna y los flagelos cruzados; a Ella la ensalza la portada goticista de nuestro templo Parroquial.