jueves, 5 de junio de 2014

ASÍ VIERON NUESTRA ESTACIÓN DE PENITENCIA (PARTE 3ª)

La calle Jordán parece ser el lugar más apropiado para que Montañés aguardase ver pasar a  Dios.

La calle Jordán tiene el corazón traspasado por una espada, como su Dueña y Señora.


La calle Jordán tiene un campanario para ella sola cada vez que pisa su piel el propio Dios Nazareno.


Banderas recogidas, Cruces de penitencia y todos los hermanos presentes y pasados de nuestra Cofradía caminan por ella.



La reliquia de la verdadera Cruz de Cristo es custodiada entre cera roja, Sacramental como la Sangre de Cristo que la revistió de vida.


Cristo Redentor, inspirado por el Espíritu Santo a maese Francisco Romero Zafra, va repartiendo gracias entre su gente, y las calas blancas empiezan a abrirse presagiando que tras Él nos llegará nuestra Madre Santísima y Bienaventurada.









Penitentes con la cruz sobre el mismo hombro que Cristo la lleva, siguen a quien es el Camino, la Verdad y la Vida.


Una Bandera pontificia, escoltada entre la bula y la demanda, esclarece la negra penitencia Vera-crucera.


La Vera-Cruz quema la cera blanca Concepcionista del Domingo de Ramos andujareño.


El estandarte terciado, con su escudo parlante de plata, lleva contenidos a todos los Vera-cruceros de Andújar durante estos 587 años de existencia.


La presidencia, con la vara contendiendo la efigie de Cristo atado a la Columna y la Santa Cruz sobre el monte Calvario, anuncia a la Pura y Limpia Concepción de María, custodiada entre dos "Ave Marías" orladas.


Monaguillos y monaguillas Vera-cruceros, con el escudo de la Tiara, anuncian que viene una Madre entre llantos y pucheros, conteniendo el dolor para que los pequeños sepan que siempre, siempre está la certeza de que Cristo nunca nos abandona, de que siempre estará con nosotros su Esperanza.


Una Cruz entre ciriales, luciendo una bella manga de brocado y pláticas, anuncian que ya nos llega la Madre de Dios caminando al compás de marchas elegantes y rancias.




El preste que cierra el cortejo y el pueblo fiel que a la Cofradía acompaña.


Y una banda, guadalquivireña, fiel siempre a la Virgen niña, va rezando sus partituras de jara blanca y aguas de la Sierra que tantos males sanan.

Así es la calle Jordán: una Catedral bajo la bóveda de los Cielos, donde los altares están formados por azulejos en los zaguanes de la Gracia. 



2 comentarios:

  1. En la Calle Jordán en carrera oficial y en la recogida tuve el placer de contemplar la Hermandad . Fué una tarde de Domingo de Ramos bella y relajada . Si Dios lo quiere, repito en 2015

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    1. Aquí le esperamos, don Miguel. ¡A usted y a toda la familia!

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