Maudilio Moreno Almenara
Durante la Guerra Civil muchas piezas que
pertenecían a las cofradías penitenciales de Andújar fueron ocultadas por
hermanos de las corporaciones para evitar su destrucción. Esta práctica fue
normal en muchas ciudades de Andalucía, llegándose incluso a esconderse a las
propias imágenes. Es el caso entre otras de la famosa Esperanza Macarena o la
Virgen de la Amargura de Sevilla, o en Córdoba la Virgen de las Angustias.
En Andújar no nos consta que se ocultasen las
imágenes, de hecho, de haber sido así, se habrían evitado destrucciones tan
desgraciadas como las que se produjeron en las cofradías de los Dolores del
Carmen, Señor de los Señores, Vera Cruz y Soledad entre otras. Sin embargo, sí
nos consta la ocultación de enseres, como varas, medallones de gallardetes,
jarras, libros antiguos, coronas, etc.
En muchos casos estos enseres no se guardaban en las parroquias o
conventos, sino que iban entregándose por las juntas de gobiernos salientes a
las entrantes, de tal modo que a menudo permanecieron durante muchos años en
domicilios particulares.
La impresionante destrucción de la Guerra Civil en Andújar, en especial
sobre la imaginería pasionista, que salvo la Virgen de las Angustias
desapareció en su integridad, provocó un lapsus temporal en la
reorganización de las antiguas cofradías que influyó notablemente en la lenta
recuperación de este patrimonio oculto. Este factor, junto con un cierto afán
por atesorar estos objetos o en otros casos su devolución a la Iglesia en
general, aunque no a la cofradía propietaria, ha provocado no pocas confusiones
a la hora de identificar estos enseres con sus cofradías de origen.
La cofradía de la Vera Cruz, contó antaño con un
importante legado histórico en forma de enseres (documentos, varas, coronas,
medallones de estandartes...), algunos de los cuales han sido recuperados por
la propia cofradía a lo largo de los últimos treinta años, aunque otros aún no
se encuentran en poder de la cofradía. Entre los enseres que han vuelto a
formar parte del patrimonio de la cofradía se encuentran un remate de vara del
Cristo de la Columna:
Esta vara perteneció al hermano mayor de la escuadra del Cristo de la
Columna de la Vera Cruz y muestra en el anverso a la imagen homónima y en el
reverso a la cruz, típica de las cofradías veracruceras. Otra vara de hermano
mayor, ésta de la escuadra de Jesús Nazareno, está hoy en día instalada como
remate del denominado Guión de la Redención, un paño cuyo origen desconocemos,
aunque ya en la década de los ochenta del pasado siglo se encontraba en
posesión de la cofradía. Es una bella pieza de seda bordada también en seda,
del siglo XVIII, con motivos de la Pasión y una frase en latín:
La vara que remata el guión
es, como decíamos, otra insignia recuperada de la Vera Cruz, que muestra en su
anverso el anagrama: JHS, propia de las imágenes de Jesús Nazareno, y por el
reverso el escudo franciscano de las Cinco Llagas, lo que nos remite
inequívocamente a la escuadra de Jesús Nazareno de la Vera Cruz, ya que en
dicho convento no existió otra imagen de esta advocación:
Sin embargo, hay otras piezas que antaño formaron parte de nuestro
patrimonio y que hoy en día se encuentran en posesión de otras cofradías. Es el
caso del medallón de la Virgen de los Dolores de la Vera Cruz, que desde hace
años lleva la Cofradía de los Dolores del Carmen en su simpecado o estandarte
de salida.
Pero lo primero que debemos
explicar es porqué este medallón es el de la Virgen de los Dolores de la
Cofradía de la Vera Cruz y no el que antaño tuvo la propia Cofradía de los
Dolores del Carmen. En este sentido basta una comparación entre las fotografías
y lienzos de la antigua titular de los Dolores del Carmen con el medallón para
advertir que la imagen representada no es la suya:
Una diferencia clara es la
posición de la imagen, ya que la antigua Virgen de los Dolores estaba sentada,
mientras que la que aparece en el medallón está de pie.
Existen otras muchas diferencias pero no cabe duda
que ésta es la más relevante y definitiva. La pregunta siguiente que deberíamos
hacernos es que si no es la antigua Virgen de los Dolores, qué otra imagen
sería. En esta instantánea de la antigua Virgen de la Soledad puede apreciarse
que la imagen estaba de rodillas, con las manos entrecruzadas, por lo que
tampoco sería la Soledad de San Bartolomé.
La Virgen de la Soledad en realidad estaba de rodillas inspirándose en la
de la misma advocación de Madrid, tal y como se aprecia en este grabado.
Esta iconografía encaja con otro medallón, éste en posesión de la familia
Bellido y que creemos perteneció a la Soledad:
En este caso se observa que la Virgen tenía una ráfaga y las manos
entrelazadas, con los codos y hombros muy bajos como si efectivamente la imagen
representada en el medallón estuviese igualmente de rodillas. No cabe descartar
tampoco que hubiese pertenecido a la Virgen de la Soledad de la Cofradía de la
Humildad de las Mínimas, ya que también esta otra imagen mariana tenía las
manos entrelazadas y estaba de rodillas. En este caso, además, coincide la
ausencia de media luna.
Por tanto, el medallón de la actual simpecado de la Cofradía de los
Dolores del Carmen (popularmente de la Paciencia), representa a una imagen de
la Virgen de pie, con corona y con una media luna, y no es ninguna de las tres
que conocemos a través de fotografías antiguas.
Sabemos que la Virgen de los Dolores de la Cofradía de la Vera Cruz tuvo
una media luna en el siglo XIX pues en 1860 se indica:
“2º.... Id. por el valor de la media luna qe
se ha comprado para la Virgen........ 110 “
En 1907 también se restauró la
corona de la Virgen:
“Por componer
la corona de la Virgen........................
50”
Por tanto, contamos con dos datos coincidentes con la representación del
medallón, tanto la media luna como la corona, que no ráfaga. Estos datos ya de
por sí apuntan a que la imagen representada sea la de la Virgen de los Dolores
de la Cofradía de la Vera Cruz. Por si ello fuese poco, el propio José Palomino
(“Josito”), al que llegó el medallón, en una entrevista que tuvimos ocasión de
hacerle años antes de su fallecimiento, nos indicó que el citado medallón
provenía de San Francisco y era el de la Virgen de la Cofradía de la Vera Cruz,
que él conoció en su niñez. Él nos dijo que el medallón es de latón, que lo
mandó platear en Córdoba y que durante el año en que ostentó el cargo de
Hermano Mayor de la Cofradía de la Paciencia (1973) realizó el simpecado,
aunque no pudo estrenarse ese año porque llovió.
En las características del medallón se observan coincidencias que vienen
a confirmar este dato, por ejemplo con el fondo de la vara del Cristo de la
Columna de la Vera Cruz, que aparece matizado con punzones.
Otros detalles interesantes es que el medallón cuenta con dos emblemas en
las cartelas laterales: uno con el anagrama JHS y otro con el de María Virgen.
El anagrama JHS fue asumido por la cofradía a lo largo de la segunda mitad del
siglo XIX y principios del XX. Aparece en unas reglas del año 1928, en la
antigua vara de Jesús Nazareno, actual remate del guión de la Redención, o en
los escudos de los trajes de los nazarenos:
Por tanto, son varias las coincidencias, aparte del testimonio directo de
D. José Palomino, que avalan que este medallón fue el del simpecado de la
Cofradía de la Vera Cruz y que la Virgen representada es nuestra antigua
titular, desaparecida en la Guerra Civil.
La figura es muy detallista a pesar del pequeño tamaño y evidencia un
estilo de vestir la imagen muy diferente de muchas otras de Andújar, más
sevillano. Estamos casi seguros que fue realizado a partir de una fotografía.
realizada en el altar de la cofradía en la iglesia de San Francisco. De hecho
aparece detrás de la imagen una ráfaga similar a la que tenía la Virgen de los
Dolores de Córdoba en su altar:
Hemos encontrado, por tanto, otra pieza del antiguo patrimonio de la
Cofradía de la Vera Cruz, y de momento, la única representación gráfica de
nuestra antigua Virgen. La corona que aparece, con cuatro imperiales, puede que
también se conserve, pues según Rafael Frías, la actual corona de la Virgen del
Carmen de Santa María, procede igualmente de San Francisco y es también de
cuatro imperiales, con lo que podría ser ésta que aparece en el medallón.
La Virgen aparece con manto
bordado de capilla (corto) y saya también bordada. En lugar de cinturilla
ostenta un fajín anudado rematado con dos borlas. En una mano tiene un rosario
y en la otra un pañuelo. En el pecho, el corazón con los siete puñales de su advocación
y la media luna que hemos comentado. Se dispone sobre una peana tallada y el tocado es suelto,
dejando ver el cuello, es decir, lejos de la estética que se ha observado en
las otras imágenes.
La corona fue realizada entre 1744 y 1770. En el inventario del año 1744
aparece una diadema, como las otras imágenes que hemos visto (Soledad de San
Bartolomé (anteriormente de Mínimos), Soledad de Mínimas y Virgen de los
Dolores del Carmen):
Sin embargo, en 1770 ya aparece, como la hará a partir de ese momento una
corona de plata:
Por tanto, la corona fue
realizada entre 1744 y 1770, es decir, a mediados del siglo XVIII. Pensamos
incluso que la fecha de ejecución podría quedar comprendida entre 1754-1756 o
bien entre 1761-1763. En una anotación del año 1766 se indica que en estos años
no se presentaron cuentas por los respectivos gobernadores, lo que explicaría
que aunque figuren en los inventarios la presencia de la corona, a partir de
1770, no se encuentre en estos años la partida del coste de la presea.
En la mencionada anotación se indica textualmente lo siguiente: “...y
en vistta de qe de los años desde tres de Maio de 54 hastta otrotal
dia del de 56 qe corren dos años, no se hallan quentas destte
tiempo, ni de los años desde tres de Maio de 61 hastta de presente (se
entiende que las de 1766 abarcan desde el 3 de mayo de 1763 al 3 de mayo de
1766), manda su ss. Illma qe el Governador actual haga se les
reciva quentas a los Governadores qe
en dichos años le hubieran sido, haciendolas dar sin dilacion alguna....” A
pesar de solicitarse estas cuentas no nos consta que se entregasen, de ahí el lapsus.
Por estos años sabemos que el maestro platero Antonio de Luque restauró y
limpió las potencias de Jesús de la Columna, en concreto figura el coste de
dicho trabajo en el año 1744, por lo que podría haberse recurrido al citado
platero (probablemente cordobés) para la ejecución de la corona.
También consta que en el año 1768 la cofradía completaba la renovación
del ajuar de la Virgen de los Dolores al emplear 1895 reales en la confección
de un manto de salida de terciopelo negro con galón ancho, 120 reales en la
realización de un corazón de plata sobredorado y 450 reales más en la talla de
un trono de madera dorada para la Virgen, que probablemente fuese en realidad
una peana. Todo ello sumaba la nada despreciable cantidad de casi 2.500 reales
en diferentes enseres para la Virgen, cuyo ajuar se venía renovando en ese
tiempo, por lo que la corona fue una pieza más de este proceso. Vemos pues, que
al contrario que otras imágenes marianas de cofradías de Andújar, que solían
tener una ráfaga o diadema, la Virgen de los Dolores de la Vera Cruz tuvo una
corona a partir de mediados del siglo XVIII.
El único caso de otra corona antigua que conocemos en una imagen mariana
de Pasión, es el de la Virgen de las Angustias. Coincide en ambas coronas
antiguas la ausencia de estrellas en la ráfaga.
BIBLIOGRAFÍA.
PALOMINO LEÓN,
J. A. (2003): Ermitas, Capillas y Oratorios de Andújar y su término,
Jáen.
[1] Fotografías Fototeca Universidad
de Sevilla, Jorge Rodríguez, Manuel Almansa, Blog Andújar en la Historia,
Rafael Frías, Maudilio Moreno...
Interesante artículo. No obstante, el medallón fue una donación particular realizada a la Cofradía de la Paciencia en la década de los noventa y no llegó pues a ella en 1973. De hecho en esa época aún estaba muy lejos la hermandad de saber que acompañaría a Jesús de la Paciencia la imagen de una Dolorosa y por tanto no se realizó ningún simpecado a principios de la década de los setenta, sino varios años después. Como hermano de la Paciencia, muy ligado a la misma desde pequeño, no tengo constancia alguna de que el donante dijera que el medallón procedía de la antigua iglesia de San Francisco. Por otro lado, ¿por qué hay que suponer que representa a la Virgen de los Dolores de la Veracruz? También podría tratarse de la Dolorosa del Nazareno de la Trinidad, por ejemplo. Por último, y hablando de donaciones, si no recuerdo mal lo que sí pasó de la cofradía de la Paciencia a la Veracruz es el remate del cetro con el que inicias el artículo, al que vi durante muchos años en el cuartillo de la capilla del Cristo de la Paciencia. Saludos.
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