miércoles, 17 de junio de 2015

EL ANTIGUO MEDALLÓN DEL ESTANDARTE DE LA VIRGEN DE LOS DOLORES DE LA COFRADÍA DE LA VERA CRUZ

Maudilio Moreno Almenara

  

Durante la Guerra Civil muchas piezas que pertenecían a las cofradías penitenciales de Andújar fueron ocultadas por hermanos de las corporaciones para evitar su destrucción. Esta práctica fue normal en muchas ciudades de Andalucía, llegándose incluso a esconderse a las propias imágenes. Es el caso entre otras de la famosa Esperanza Macarena o la Virgen de la Amargura de Sevilla, o en Córdoba la Virgen de las Angustias.
En Andújar no nos consta que se ocultasen las imágenes, de hecho, de haber sido así, se habrían evitado destrucciones tan desgraciadas como las que se produjeron en las cofradías de los Dolores del Carmen, Señor de los Señores, Vera Cruz y Soledad entre otras. Sin embargo, sí nos consta la ocultación de enseres, como varas, medallones de gallardetes, jarras, libros antiguos, coronas, etc. 
En muchos casos estos enseres no se guardaban en las parroquias o conventos, sino que iban entregándose por las juntas de gobiernos salientes a las entrantes, de tal modo que a menudo permanecieron durante muchos años en domicilios particulares.
La impresionante destrucción de la Guerra Civil en Andújar, en especial sobre la imaginería pasionista, que salvo la Virgen de las Angustias desapareció en su integridad, provocó un lapsus temporal en la reorganización de las antiguas cofradías que influyó notablemente en la lenta recuperación de este patrimonio oculto. Este factor, junto con un cierto afán por atesorar estos objetos o en otros casos su devolución a la Iglesia en general, aunque no a la cofradía propietaria, ha provocado no pocas confusiones a la hora de identificar estos enseres con sus cofradías de origen.
La cofradía de la Vera Cruz, contó antaño con un importante legado histórico en forma de enseres (documentos, varas, coronas, medallones de estandartes...), algunos de los cuales han sido recuperados por la propia cofradía a lo largo de los últimos treinta años, aunque otros aún no se encuentran en poder de la cofradía. Entre los enseres que han vuelto a formar parte del patrimonio de la cofradía se encuentran un remate de vara del Cristo de la Columna:   
Esta vara perteneció al hermano mayor de la escuadra del Cristo de la Columna de la Vera Cruz y muestra en el anverso a la imagen homónima y en el reverso a la cruz, típica de las cofradías veracruceras. Otra vara de hermano mayor, ésta de la escuadra de Jesús Nazareno, está hoy en día instalada como remate del denominado Guión de la Redención, un paño cuyo origen desconocemos, aunque ya en la década de los ochenta del pasado siglo se encontraba en posesión de la cofradía. Es una bella pieza de seda bordada también en seda, del siglo XVIII, con motivos de la Pasión y una frase en latín:
 
La vara que remata el guión es, como decíamos, otra insignia recuperada de la Vera Cruz, que muestra en su anverso el anagrama: JHS, propia de las imágenes de Jesús Nazareno, y por el reverso el escudo franciscano de las Cinco Llagas, lo que nos remite inequívocamente a la escuadra de Jesús Nazareno de la Vera Cruz, ya que en dicho convento no existió otra imagen de esta advocación:
Sin embargo, hay otras piezas que antaño formaron parte de nuestro patrimonio y que hoy en día se encuentran en posesión de otras cofradías. Es el caso del medallón de la Virgen de los Dolores de la Vera Cruz, que desde hace años lleva la Cofradía de los Dolores del Carmen en su simpecado o estandarte de salida.
 
Pero lo primero que debemos explicar es porqué este medallón es el de la Virgen de los Dolores de la Cofradía de la Vera Cruz y no el que antaño tuvo la propia Cofradía de los Dolores del Carmen. En este sentido basta una comparación entre las fotografías y lienzos de la antigua titular de los Dolores del Carmen con el medallón para advertir que la imagen representada no es la suya:
Una diferencia clara es la posición de la imagen, ya que la antigua Virgen de los Dolores estaba sentada, mientras que la que aparece en el medallón está de pie.      
Existen otras muchas diferencias pero no cabe duda que ésta es la más relevante y definitiva. La pregunta siguiente que deberíamos hacernos es que si no es la antigua Virgen de los Dolores, qué otra imagen sería. En esta instantánea de la antigua Virgen de la Soledad puede apreciarse que la imagen estaba de rodillas, con las manos entrecruzadas, por lo que tampoco sería la Soledad de San Bartolomé.
La Virgen de la Soledad en realidad estaba de rodillas inspirándose en la de la misma advocación de Madrid, tal y como se aprecia en este grabado.
 
Esta iconografía encaja con otro medallón, éste en posesión de la familia Bellido y que creemos perteneció a la Soledad:
 
En este caso se observa que la Virgen tenía una ráfaga y las manos entrelazadas, con los codos y hombros muy bajos como si efectivamente la imagen representada en el medallón estuviese igualmente de rodillas. No cabe descartar tampoco que hubiese pertenecido a la Virgen de la Soledad de la Cofradía de la Humildad de las Mínimas, ya que también esta otra imagen mariana tenía las manos entrelazadas y estaba de rodillas. En este caso, además, coincide la ausencia de media luna.
 
Por tanto, el medallón de la actual simpecado de la Cofradía de los Dolores del Carmen (popularmente de la Paciencia), representa a una imagen de la Virgen de pie, con corona y con una media luna, y no es ninguna de las tres que conocemos a través de fotografías antiguas.
 
Sabemos que la Virgen de los Dolores de la Cofradía de la Vera Cruz tuvo una media luna en el siglo XIX pues en 1860 se indica:
 “2º.... Id. por el valor de la media luna qe se ha comprado para la Virgen........ 110
En 1907 también se restauró la corona de la Virgen:
Por componer la corona de la Virgen........................  50 
Por tanto, contamos con dos datos coincidentes con la representación del medallón, tanto la media luna como la corona, que no ráfaga. Estos datos ya de por sí apuntan a que la imagen representada sea la de la Virgen de los Dolores de la Cofradía de la Vera Cruz. Por si ello fuese poco, el propio José Palomino (“Josito”), al que llegó el medallón, en una entrevista que tuvimos ocasión de hacerle años antes de su fallecimiento, nos indicó que el citado medallón provenía de San Francisco y era el de la Virgen de la Cofradía de la Vera Cruz, que él conoció en su niñez. Él nos dijo que el medallón es de latón, que lo mandó platear en Córdoba y que durante el año en que ostentó el cargo de Hermano Mayor de la Cofradía de la Paciencia (1973) realizó el simpecado, aunque no pudo estrenarse ese año porque llovió.
En las características del medallón se observan coincidencias que vienen a confirmar este dato, por ejemplo con el fondo de la vara del Cristo de la Columna de la Vera Cruz, que aparece matizado con punzones.
 
Otros detalles interesantes es que el medallón cuenta con dos emblemas en las cartelas laterales: uno con el anagrama JHS y otro con el de María Virgen. El anagrama JHS fue asumido por la cofradía a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX. Aparece en unas reglas del año 1928, en la antigua vara de Jesús Nazareno, actual remate del guión de la Redención, o en los escudos de los trajes de los nazarenos: 
 
Por tanto, son varias las coincidencias, aparte del testimonio directo de D. José Palomino, que avalan que este medallón fue el del simpecado de la Cofradía de la Vera Cruz y que la Virgen representada es nuestra antigua titular, desaparecida en la Guerra Civil.
La figura es muy detallista a pesar del pequeño tamaño y evidencia un estilo de vestir la imagen muy diferente de muchas otras de Andújar, más sevillano. Estamos casi seguros que fue realizado a partir de una fotografía. realizada en el altar de la cofradía en la iglesia de San Francisco. De hecho aparece detrás de la imagen una ráfaga similar a la que tenía la Virgen de los Dolores de Córdoba en su altar:
 
Hemos encontrado, por tanto, otra pieza del antiguo patrimonio de la Cofradía de la Vera Cruz, y de momento, la única representación gráfica de nuestra antigua Virgen. La corona que aparece, con cuatro imperiales, puede que también se conserve, pues según Rafael Frías, la actual corona de la Virgen del Carmen de Santa María, procede igualmente de San Francisco y es también de cuatro imperiales, con lo que podría ser ésta que aparece en el medallón.  
La Virgen aparece con manto bordado de capilla (corto) y saya también bordada. En lugar de cinturilla ostenta un fajín anudado rematado con dos borlas. En una mano tiene un rosario y en la otra un pañuelo. En el pecho, el corazón con los siete puñales de su advocación y la media luna que hemos comentado. Se dispone sobre  una peana tallada y el tocado es suelto, dejando ver el cuello, es decir, lejos de la estética que se ha observado en las otras imágenes.
 
La corona fue realizada entre 1744 y 1770. En el inventario del año 1744 aparece una diadema, como las otras imágenes que hemos visto (Soledad de San Bartolomé (anteriormente de Mínimos), Soledad de Mínimas y Virgen de los Dolores del Carmen):
 
Sin embargo, en 1770 ya aparece, como la hará a partir de ese momento una corona de plata:
 
Por tanto, la corona fue realizada entre 1744 y 1770, es decir, a mediados del siglo XVIII. Pensamos incluso que la fecha de ejecución podría quedar comprendida entre 1754-1756 o bien entre 1761-1763. En una anotación del año 1766 se indica que en estos años no se presentaron cuentas por los respectivos gobernadores, lo que explicaría que aunque figuren en los inventarios la presencia de la corona, a partir de 1770, no se encuentre en estos años la partida del coste de la presea.
En la mencionada anotación se indica textualmente lo siguiente: “...y en vistta de qe de los años desde tres de Maio de 54 hastta otrotal dia del de 56 qe corren dos años, no se hallan quentas destte tiempo, ni de los años desde tres de Maio de 61 hastta de presente (se entiende que las de 1766 abarcan desde el 3 de mayo de 1763 al 3 de mayo de 1766), manda su ss. Illma qe el Governador actual haga se les reciva quentas a los Governadores  qe en dichos años le hubieran sido, haciendolas dar sin dilacion alguna....” A pesar de solicitarse estas cuentas no nos consta que se entregasen, de ahí el lapsus.
Por estos años sabemos que el maestro platero Antonio de Luque restauró y limpió las potencias de Jesús de la Columna, en concreto figura el coste de dicho trabajo en el año 1744, por lo que podría haberse recurrido al citado platero (probablemente cordobés) para la ejecución de la corona.
También consta que en el año 1768 la cofradía completaba la renovación del ajuar de la Virgen de los Dolores al emplear 1895 reales en la confección de un manto de salida de terciopelo negro con galón ancho, 120 reales en la realización de un corazón de plata sobredorado y 450 reales más en la talla de un trono de madera dorada para la Virgen, que probablemente fuese en realidad una peana. Todo ello sumaba la nada despreciable cantidad de casi 2.500 reales en diferentes enseres para la Virgen, cuyo ajuar se venía renovando en ese tiempo, por lo que la corona fue una pieza más de este proceso. Vemos pues, que al contrario que otras imágenes marianas de cofradías de Andújar, que solían tener una ráfaga o diadema, la Virgen de los Dolores de la Vera Cruz tuvo una corona a partir de mediados del siglo XVIII.
El único caso de otra corona antigua que conocemos en una imagen mariana de Pasión, es el de la Virgen de las Angustias. Coincide en ambas coronas antiguas la ausencia de estrellas en la ráfaga.


 
BIBLIOGRAFÍA.
PALOMINO LEÓN, J. A. (2003): Ermitas, Capillas y Oratorios de Andújar y su término, Jáen.


[1] Fotografías Fototeca Universidad de Sevilla, Jorge Rodríguez, Manuel Almansa, Blog Andújar en la Historia, Rafael Frías, Maudilio Moreno...

1 comentario:

  1. Interesante artículo. No obstante, el medallón fue una donación particular realizada a la Cofradía de la Paciencia en la década de los noventa y no llegó pues a ella en 1973. De hecho en esa época aún estaba muy lejos la hermandad de saber que acompañaría a Jesús de la Paciencia la imagen de una Dolorosa y por tanto no se realizó ningún simpecado a principios de la década de los setenta, sino varios años después. Como hermano de la Paciencia, muy ligado a la misma desde pequeño, no tengo constancia alguna de que el donante dijera que el medallón procedía de la antigua iglesia de San Francisco. Por otro lado, ¿por qué hay que suponer que representa a la Virgen de los Dolores de la Veracruz? También podría tratarse de la Dolorosa del Nazareno de la Trinidad, por ejemplo. Por último, y hablando de donaciones, si no recuerdo mal lo que sí pasó de la cofradía de la Paciencia a la Veracruz es el remate del cetro con el que inicias el artículo, al que vi durante muchos años en el cuartillo de la capilla del Cristo de la Paciencia. Saludos.

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